Français Blog Médiapart | English | Castellano

Con la amable autor­ización de la auto­ra, os ofre­ce­mos la tra­duc­ción al castel­lano del artícu­lo de Pınar Selek, pub­li­ca­do en su blog de Medi­a­part, el 28 de mayo.

Un grito desde las cárceles turcas

Las condi­ciones san­i­tarias son deplorables. No hay jabón, ni agua caliente… En muchas oca­siones ni tan siquiera hay agua. Nos trasladan con­stan­te­mente. Nos quieren matar con este virus. Hablad con los peri­odis­tas… Que se den a cono­cer los abu­sos a los que están sometidxs lxs miles de pri­sion­erxs politicxs en Turquía”. ¿Cómo escuchar y trans­mi­tir este gri­to? ¿Cómo fran­quear los muros?


El plan­e­ta sol­loza. Unas zonas más que otras. Recibi­mos con­stan­te­mente, sobre todo cuan­do nos encon­tramos en sue­lo europeo, lla­mamien­tos a la sol­i­dari­dad, denun­cian­do la repre­sión exis­tente en deter­mi­na­dos país­es. En unos más que en otros. Acabo de difundir una misi­va envi­a­da des­de Brasil por una ami­ga fem­i­nista, apelando a la sol­i­dari­dad. Escribe lo sigu­iente: “Cuan­do el fas­cis­mo se insta­la en un país, es el con­jun­to del plan­e­ta el que peligra”. La may­oría de las veces difundi­mos este tipo de peti­ciones por correo elec­tróni­co, por Face­book, por Insta­gram, o hace­mos un tweet… Después nos lle­ga otra peti­ción, de otro rincón de nue­stro triste mun­do… Y hace­mos de nue­vo lo mis­mo. Con­fian­do en la util­i­dad de com­par­tir estas peti­ciones, escu­cho a Gram­sci, afron­to el pes­imis­mo de la inteligen­cia con el opti­mis­mo de la vol­un­tad y os trans­mi­to el gri­to que proviene des­de Turquía, mi país, que tuve que aban­donar hace diez años. Os trasla­do estas peti­ciones, solic­i­tan­do vues­tra sol­i­dari­dad creativa…

Quienes siguen las noti­cias están ya al cor­ri­ente de la repre­sión que sufre en Turquía toda aque­l­la per­sona que crit­i­ca, que crea, que reflex­iona, que hace pre­gun­tas. No es nada nuevo…ni tam­poco es especí­fi­co del gob­ier­no actu­al. Se tra­ta de la mis­ma can­ti­nela: cierre, aper­tu­ra, represión…Es prob­a­ble que hayáis escucha­do noti­cias acer­ca de peri­odis­tas, abo­gadxs, mil­i­tantes, artis­tas encar­ce­ladxs, sobre can­tantes que fal­l­e­cen a causa de una huel­ga de ham­bre. Exis­ten cam­pañas sol­i­darias con la can­tante kur­da Nûdem Durak y con Osman Kavala, el mece­nas tur­co, encer­ra­dos ambos des­de hace años… Los kur­dos se man­i­fi­es­tan a través de Europa para denun­ciar la encar­celación de dece­nas de diputadxs y alcaldes/as elegidxs con las siglas del HDP (Par­tido democráti­co de los Pueblos) …

Sería difí­cil com­pren­der tan­ta vio­len­cia si no se tuviese en cuen­ta que Turquía lle­va embar­ca­da des­de hace años en una guer­ra trans­fron­ter­i­za, en Siria, en Irak, en Lib­ia. El con­tex­to de guer­ra se ha rein­sta­l­a­do con crudeza en el país y la repre­sión se vuelve asesina. Está pre­sente en todas partes, pero es aún más bru­tal en la región kur­da. Las ciu­dades que conocieron pequeñas expe­ri­en­cias democráti­cas se ven aho­ra sum­i­das en un esce­nario cada vez más sinie­stro, puesto que el Esta­do ha con­fis­ca­do sus alcaldías y las deten­ciones y asesinatos son masivos. Nos lle­gan sin cesar nuevas infor­ma­ciones: deten­ciones, tor­turas, masacres, prohibiciones…

Aunque en el con­tex­to actu­al se entremez­cle con otros, os invi­to a que escuchéis los gri­tos que nos lle­gan des­de las cárce­les de Turquía… Michel Fou­cault, en su Vig­i­lar y pro­hibir (1993) demostra­ba que las cárce­les refle­jan los dis­pos­i­tivos de poder de las sociedades en las que se ubi­can. En efec­to, podemos descifrar Turquía a través de su sis­tema pre­sidiario. Las condi­ciones de vida en las cárce­les, la orga­ni­zación del espa­cio de reclusión, las prác­ti­cas del poder con respec­to a lxs detenidxs, refle­jan efec­ti­va­mente la orga­ni­zación del poder en el país. Para empezar, cabe recor­dar que Turquía es, después de Rusia, el segun­do país europeo en lo que respec­ta al número de per­sonas encar­ce­ladas. En enero de 2020, se con­tabi­liz­a­ban alrede­dor de 294 000 reclu­sos, según cifras del min­is­te­rio de jus­ti­cia. A fal­ta de datos ofi­ciales, las ONGs evalúan en cer­ca de 80 000 el número de pri­sion­erxs politicxs acu­sadxs de ter­ror­is­mo. Así es, en Turquía cer­ca de 80 mil mil­i­tantes aso­cia­tivxs, peri­odis­tas, artis­tas, músicxs, abo­gadxs, escritorxs, uni­ver­si­tar­ixs, diputadxs y alcaldes/as están entre rejas… Imag­i­nad un país que encier­ra a todas esas per­sonas… Yo tam­bién for­mé parte de ese colec­ti­vo durante dos años y medio. Exclu­i­da de todos los cír­cu­los, sin poder pro­nun­cia­rme, con­fian­do en las redes sol­i­darias para poder trasladar “afuera” lo que sucedía “aden­tro”. Aunque mi juicio siga ade­lante, ame­nazador, aho­ra me encuen­tro “afuera”. Fuera de la cár­cel, fuera del país…Y lle­vo con­mi­go la voz de “aden­tro”.

Puede que lo hayáis escucha­do. Hace unas sem­anas el Par­la­men­to tur­co votó una ley para luchar con­tra la propa­gación del Covid-19, lo cual per­mi­tió la lib­eración de 90 000 pri­sioneros acu­sa­dos o con­de­na­dos por vio­len­cia conyu­gal u otros crímenes, vio­la­ciones, fraude, perte­nen­cia a gru­pos mafiosos, tal y como fue el caso de un jefe de la mafia, ído­lo de la extrema derecha… Pero lxs pri­sion­erxs políticxs, por ejem­p­lo, lxs int­elec­tuales juz­gadxs úni­ca­mente por deli­tos de opinión, quedaron exclu­idxs de esta amnistía; están con­de­nadxs a múlti­ples enfer­medades, tenien­do en cuen­ta las malísi­mas condi­ciones san­i­tarias exis­tentes en las cárce­les turcas…A comien­zos de abril, la Liga de los Dere­chos Humanos (IHD) daba cuen­ta de al menos 1564 reclusxs enfer­mxs, 591 de los cuales habían con­traí­do el coro­n­avirus. Tenien­do en cuen­ta las nuevas deten­ciones y encar­cela­ciones de carác­ter políti­co, nos pre­gun­ta­mos si, instru­men­tal­izan­do la pan­demia, el gob­ier­no no ha queri­do sim­ple­mente lib­er­ar aforo para poder encer­rar a otrxs mil­i­tantes, peri­odis­tas, artistas.

Los men­sajes de lxs pri­sion­erxs no apare­cen en los medios de comu­ni­cación. Los podemos escuchar gra­cias a sus famil­ias: “Tras haber lib­er­a­do a los ban­di­dos, a los vio­ladores, las condi­ciones san­i­tarias son cada vez más deplorables; no nos dan jabón, ni agua caliente… A veces ni tan siquiera hay agua…Nos trasladan con­tin­u­a­mente. La per­se­cu­ción es inso­portable. Reg­is­tran nues­tras camas sin cesar, lo tocan todo, quieren que el virus nos mate. Hablad a lxs periodistas…Relatad los abu­sos a los que están someti­dos dece­nas de miles de pri­sion­erxs en Turquía”.

¿Cómo escuchar y transmitir este grito? ¿Cómo franquear los muros?

Tras el golpe de esta­do de 1980, mi padre, abo­ga­do defen­sor de dere­chos humanos, estu­vo encer­ra­do en la cár­cel durante cin­co años, jun­to con cen­te­nas de miles de escritorxs, peri­odis­tas, militantes…Junto a él, había miles de sindi­cal­is­tas. Detenían inclu­so a los del­e­ga­dos sindi­cales con acusa­ciones absurdas…Los fis­cales pedían la pena de muerte para los diri­gentes y la con­de­na per­pet­ua para los del­e­ga­dos. Había miles y miles detrás de los bar­rotes. “Nos lle­ga­ban car­tas. Car­tas de sol­i­dari­dad des­de diver­sos país­es europeos. Esto nos enfurecía. No teníamos ni ganas de leer­las. Esperábamos que la CGT y otros sindi­catos hiciesen huel­gas sol­i­darias o parones de una hora…Teníamos una radio pequeña y habíamos con­segui­do sin­tonizar la BBC. Escuchábamos todas las noti­cias, esperan­do una ini­cia­ti­va sol­i­daria de ver­dad… ¡En vano!”

¿Cómo escuchar y transmitir este grito? ¿Cómo franquear los muros?

¿Adentro y afuera?

Pınar Selek


Traducido por Maite.
Por respeto hacia la labor de las autoras y traductoras, puedes utilizar y compartir los artículos y las traducciones de Kedistan citando la fuente y añadiendo el enlace. Gracias.
 
Auteur(e) invité(e)
Auteur(e)s Invité(e)s
AmiEs con­tributri­ces, con­tribu­teurs tra­ver­sant les pages de Kedis­tan, occa­sion­nelle­ment ou régulièrement…