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Políti­ca kur­da, antigua diputa­da, Aysel Tuğluk está en prisión. Aysel sufre. Aysel ya no puede recor­dar. Según los espe­cial­is­tas, ya no puede vivir sin asis­ten­cia. Su con­de­na debe de ser aplaza­da. Sin embar­go, el Insti­tu­to Médi­co Legal ha deci­di­do man­ten­er­la en la carcel.

La memo­ria de Aysel se difumi­na poco a poco. Pero nosotrxs recordamos…

Recor­damos que durante lar­gos años Aysel ejer­ció como abo­ga­da inde­pen­di­ente. Sabe­mos que fue miem­bro del Con­se­jo de Admin­is­tración de la Fun­dación para los Estu­dios Sociales y Jurídi­cos (THAV), miem­bro de la Aso­ciación de dere­chos humanos (İHD). Fundó el YKD, jun­to con mujeres que aman su país. No hemos olvi­da­do que fue co pres­i­den­ta del Par­tido de la Sociedad Democráti­ca (DTP) entre 2007 y 2009, elegi­da diputa­da por Diyarbakir, de 2011 a 2015, diputa­da de Van por el Par­tido Democráti­co de los Pueb­los (HDP), en el que ocupó car­gos de respon­s­abil­i­dad, prin­ci­pal­mente en el área de la jus­ti­cia y los dere­chos humanos.

Recor­damos como si fuese ayer el 29 de diciem­bre de 2016, día en el que arrestaron a Aysel que ocu­pa­ba por aquel entonces la vicepres­i­den­cia del HDP. El acta de acusación se basa­ba en su tra­ba­jo y sus declara­ciones de cuan­do era co pres­i­den­ta del Con­gre­so por una Sociedad Democráti­ca (DTK), una platafor­ma de aso­cia­ciones y movimien­tos kur­dos en Turquía y que desar­rol­la des­de 2011 su mod­e­lo de «autonomía democráti­ca» a modo de una orga­ni­zación “cen­tral” con­fed­er­al. Lo recordamos…

Recor­damos que el Tri­bunal penal n° 17 de Ankara con­denó Aysel Tuğluk a una pena de 10 años de cár­cel con la típi­ca acusación, emplea­da sin mod­eración, de “perte­nen­cia a orga­ni­zación ile­gal”. A pesar de las protes­tas, los recur­sos, el Tri­bunal Supre­mo con­fir­mó la sentencia.

Tam­bién sabe­mos que, últi­ma­mente, en el mar­co de la inves­ti­gación por la fis­calía de Ankara, en relación a lo ocur­ri­do en Kobanê el 6–7‑8 de octubre de 2014, fijaron una orden de arresto con­tra Aysel Tuğluk.

En fin, la real­i­dad es esta: Aysel Tuğluk lle­va encer­ra­da des­de el 29 de diciem­bre de 2016. Hace aho­ra 5 años fue reclu­i­da en la cár­cel tipo F de Kandıra, en Koaceli. Aysel ya no puede acordarse…

Aysel ya no puede recordar…

Porque últi­ma­mente el esta­do de salud de Aysel se va agra­van­do cada día. Padece demen­cia, una per­di­da de memo­ria impor­tante, ya no puede hace frente a sus necesi­dades cotid­i­anas. Su abo­ga­da, Rey­han Yalçın­dağ, con­fi­a­ba a Dilek Gül, en una entre­vista otor­ga­da a Euronews: “Pen­sad en esto: algu­nas acciones deben realizarse cada día. Com­er, beber, cuidarse, hablar, escribir, leer, ¿no son aca­so gestos cotid­i­anos? Cuan­do pre­scindes de algunos, ¿qué te que­da? Un ser humano no puede vivir sin el apoyo de otras personas…Imaginad que a lo largo del día olvidáis un mon­tón de cosas ruti­nar­ias. ¿Cómo podrías seguir ade­lante en soli­tario? ¿Es posi­ble? No, no lo es. De hecho, inclu­so en su esta­do actu­al, percibe cier­tas cosas. Dice que algunxs pri­sion­erxs pade­cen condi­ciones más duras y pien­sa que el hecho de sacar a la luz su caso podría per­ju­dicar a lxs demás”

Recor­damos que, en 2017, Aysel Tuğluk, pres­en­ció la exhumación de los restos mor­tales de su madre, Hatun Tuğluk.

Aysel llev­a­ba ape­nas un año en la cár­cel cuan­do se enteró de la muerte de esta. Obtu­vo autor­ización para asi­s­tir al funeral.

Parce que dans les dernières péri­odes, l’é­tat de san­té d’Ay­sel s’est aggravé de plus en plus. Elle souf­fre de démence, et avec une impor­tante perte de mémoire, elle ne peut plus sub­venir à ses besoins quo­ti­di­ens, seule. Son avo­cate, Rey­han Yalçın­dağ, con­fi­ait lors d’un inter­view recueil­li par Dilek Gül pour Euronews, “Pensez comme ceci ; il y a des activ­ités qui doivent être faites chaque jour. Manger, boire, se soign­er, par­ler, écrire, lire, ne font-ils pas par­tie de ces activ­ités ? Lorsque vous en retirez quelques unes par­mi celles-ci, que reste-t-il ? Un être humain qui ne peut vivre sans l’as­sis­tance des autres… Imag­inez que vous oubliez, dans la journée, plein de choses de rou­tine. Com­ment pour­riez-vous avancer toute seule ? Est-ce pos­si­ble ? Non ça ne l’est pas. Par ailleurs, même dans cet état, elle ressent une cer­taine sen­si­bil­ité. Elle dit qu’il y a d’autres prisonnier.e.s qui sont dans des con­di­tions encore plus lour­des, et pense que le fait de porter son cas dans l’ac­tu­al­ité pour­rait leur porter préju­dice.”

No se puede desear ni a un ene­mi­go seme­jante acto fúne­bre, el cere­bro pre­fiere, tal vez en secre­to, olvidar…

Un entier­ro en el que hubo vio­len­tos ataques racistas…En primer lugar un grupo com­puesto de una doce­na de per­sonas trató de impedir el entier­ro. Los pari­entes de la difun­ta inten­taron avan­zar como pudieron. En aquel instante dece­nas de per­sonas, aler­tadas por el primer grupo, lle­garon al cemente­rio, en coches, camiones y trac­tores. Los miem­bros de la famil­ia, pari­entes y amigxs tuvieron que aguan­tar agre­siones ver­bales, insul­tos, ame­nazas, que se trans­for­maron después en agre­siones físi­cas, que se fueron inten­si­f­i­can­do y acabaron en dis­paros al aire. Las per­sonas que habían acu­d­i­do al sepe­lio quedaron atra­padas en el cemente­rio, los agre­sores les impedían salir, les inund­a­ban de procla­mas racis­tas e insul­tantes. “¡No per­mi­tire­mos que se entierre a ter­ror­is­tas aquí! ¡Este no es un cemente­rio de armenixs!”. La policía inter­vi­no. La famil­ia decidió entonces exhumar a la difun­ta y dar­le sepul­tura en otro lugar…

Aquel fue el últi­mo cal­vario de Hatun Tuğluk, que fue enter­ra­da al día sigu­iente en Dermis.

Nosotrxs lo recordamos.

Aysel pres­en­ció todo aque­l­lo. Sus abo­ga­dos, médi­cos y per­sonas cer­canas, con­fir­man que lo suce­di­do le afec­tó pro­fun­da­mente y cor­rob­o­ran un dete­ri­oro psi­cológi­co. No hace fal­ta ser espe­cial­ista para saber que una heri­da indele­ble de esa mag­ni­tud deja secue­las. Las con­se­cuen­cias de trau­ma­tismos psi­cológi­cos en el cuer­po no son ningún secre­to… Los médi­cos están de acuerdo.

Durante casi ocho meses, nueve doc­tores espe­cial­is­tas del del Insti­tu­to Médi­co Legal de la Fac­ul­tad de Med­i­c­i­na de Kocaeli exam­i­naron a Aysel y declararon con­jun­ta­mente que padecía “una enfer­medad cróni­ca y de carác­ter pro­gre­si­vo” y pos­te­ri­or­mente con­cluyeron en un informe hecho públi­co en julio de 2021, “que podría ser com­pli­ca­do adap­tar la asis­ten­cia y la aten­ción med­ica requeri­das a las condi­ciones vigentes en prisión y que ella era inca­paz de sub­si­s­tir por sí sola en la cár­cel y por lo tan­to se debería aplazar el cumplim­ien­to de su con­de­na”.

SBasán­dose en dicho informe, tan­to sus abo­ga­doxs como la admin­is­tración pen­i­ten­cia­ria, exigieron el trasla­do de Aysel al Insti­tu­to Médi­co Legal de Estam­bul. Su famil­ia, sus abo­gadxs y sim­pa­ti­zantes, aso­cia­ciones de dere­chos humanos, dieron la voz de alar­ma en repeti­das oca­siones, insistien­do en la invi­a­bil­i­dad de que con­tin­u­ase sopor­tan­do las condi­ciones pen­i­ten­cia­rias. Los pocos medios de comu­ni­cación pro­gre­sis­tas que sobre­viv­en en Turquía se hicieron eco de la noti­cia. La respues­ta del Insti­tu­to Médi­co Legal de Estam­bul llegó el pasa­do mes de sep­tiem­bre, afir­man­do que Aysel “puede sobre­vivir sola, que es capaz de sopor­tar las condi­ciones carce­lar­ias, pro­por­cionán­dole tratamien­to y asis­ten­cia medi­ante las con­sul­tas exter­nas ruti­nar­ias recomen­dadas”

Tras esta respues­ta, el 3 de sep­tiem­bre de 2021, la fis­calía de Koaceli rec­hazó la solic­i­tud de aplaza­mien­to de la con­de­na de Aysel Tuğluk.

Nosotrxs lo recordaremos …

Como reac­ción su abo­ga­da Rey­han Yalçın­dağ, hace hin­capié en el hecho de que se tra­ta de algo “típi­co” en Turquía. “Des­gra­ci­ada­mente, la Direc­ción del Insti­tu­to Médi­co Legal no aplaza las penas de lxs pri­sion­erxs políticxs, inclu­so cuan­do existe un informe de una del­e­gación de nueve médi­cos espe­cial­is­tas… La direc­ción de nue­stro Insti­tu­to Médi­co Legal pre­siona a las insti­tu­ciones médi­cas de las fac­ul­tades de med­i­c­i­na, que rec­haz­an los informes y se com­por­tan como si no fue­sen médi­cos. Obran exclu­si­va­mente como un depar­ta­men­to políti­co. Pro­por­cio­nan informes al mar­gen de la éti­ca médi­ca”. Rey­han insiste en señalar: “Aysel Tuğluk nos ha infor­ma­do de que le hicieron un chequeo muy rápi­do, que la sometieron a un tra­to ver­bal desagrad­able y que los médi­cos uti­lizaron tér­mi­nos humil­lantes. Y el informe en cuestión, lo prepararon en un solo día, inmedi­ata­mente después de ese breve inter­cam­bio. Por un lado, existe un informe que es el resul­ta­do de exámenes real­iza­dos durante ocho meses, por otro, un informe redac­ta­do a toda prisa tras una breve con­ver­sación”.

Lxs abo­gadxs de Aysel Tuğluk han acu­d­i­do a la Fun­dación de dere­chos humanos de Turquía (TIHV), exigien­do un informe alter­na­ti­vo. La TİHV ha señal­a­do efec­ti­va­mente la pres­en­cia de con­tradic­ciones impor­tantes entre ambos informes, lo cual requiere una nue­va val­o­ración del Insti­tu­to Médi­co Legal. Rey­han Yalçın­dağ señala que “el cita­do informe existe real­mente y el Min­is­te­rio de Jus­ti­cia está per­fec­ta­mente al cor­ri­ente. A pesar de todo han deci­di­do que se man­ten­ga el cumplim­ien­to de la con­de­na. No nos han dicho nada claro, todo está par­al­iza­do”. Una y otra vez apela a las autori­dades a la razón. “Ped­i­mos nue­va­mente que no se pier­da un día más. Que reflex­io­nen des­de la éti­ca med­ical, la moral, la cien­cia y el Dere­cho. Que acepten nues­tras peti­ciones. Y que tras la nece­saria eval­u­ación de la Seño­ra Tuğluk, pre­paren un informe adap­ta­do a su esta­do de salud para que se aplace el cumplim­ien­to de su con­de­na”.

Elle appelle inlass­able­ment les autorités à la rai­son : “Encore une fois, nous deman­dons de ne plus per­dre un jour de plus. Tournez-vous vers l’éthique médi­cale, vers la moral­ité, la sci­ence et le Droit. Acceptez nos requêtes. Et après l’ex­a­m­en néces­saire de M. Tuğluk, dressez un rap­port adap­té à son état pour que l’exé­cu­tion de sa peine soit reportée.”

Uno más entre cien­tos de casos de los que ten­emos conocimien­to. Lxs pri­sion­erxs enfer­mxs son numerosxs en Turquía. Algunxs sufrían ya de patologías que se han ido agra­van­do a con­se­cuen­cia de las condi­ciones pen­i­ten­cia­rias, en otros casos, es la prisión la que ha provo­ca­do la apari­ción de trastornos y enfermedades.

En todo caso, la respues­ta de las autori­dades sig­nifi­ca una doble con­de­na. Son poquísi­mas las excep­ciones que han per­mi­ti­do la lib­eración de pri­sion­erxs antes de morir.

Esta es la apli­cación direc­ta de una ide­ología fascista y autori­taria con respec­to a la encar­celación en Turquía de lxs opos­i­torxs al rég­i­men. Y esta ide­ología, so pre­tex­to fácil y maleable de “antiter­ror­is­mo”, provo­ca situa­ciones inhu­manas, a menudo atro­ces. Y va ganan­do ter­reno en las men­tal­i­dades más allá de Turquía.

Hac­er que Aysel Tuğluk sal­ga de la cár­cel impli­ca rec­haz­ar la bar­barie secu­ri­taria. Hac­er que se conoz­ca su paradero no sig­nifi­ca úni­ca­mente ayu­dar a quienes man­io­bran en pro de su lib­eración, sino con­sol­i­dar de algún modo el resquicio de humanidad indis­pens­able a las luchas con­tra el rég­i­men en Turquía, y por ende a todos los movimien­tos de resisten­cia que hacen frente a los fas­cis­mos que se van perfilando.

Recordemos…

Que las aso­cia­ciones inter­na­cionales de dere­chos humanos se ocu­pen de este caso. Por eso pre­cisa­mente sacamos a la luz esta causa.


Traducido del francés por Maite
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Naz Oke
REDACTION | Journaliste 
Chat de gout­tière sans fron­tières. Jour­nal­isme à l’U­ni­ver­sité de Mar­mara. Archi­tec­ture à l’U­ni­ver­sité de Mimar Sinan, Istanbul.