Al leer el extrac­to de la car­ta que pub­li­camos a con­tin­uación com­pren­deréis la razón y el ori­gen de la ini­cia­ti­va a la que os con­vi­damos, en com­pli­ci­dad con nues­tra ami­ga Zehra, para la próx­i­ma luna llena, el 20 de Enero de 2019.

De noche, en la prisión de Amed (Diyarbakır, al este de Turquía) donde estu­vo encer­ra­da, Zehra Doğan, mujer, peri­odista y artista kur­da, con­tem­pla­ba la luna y las estrellas…

Recien­te­mente fue trans­feri­da a la cár­cel de Tar­so, a más de 500 kms de dis­tan­cia de su Diyarbakır natal. Sin embar­go sus car­tas nos siguen llegando…

En una de sus misi­vas se refiere a la luna, la eternidad y las mujeres que danzan.

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Queri­da amiga,

De noche. Luna llena por enci­ma de nues­tras cabezas. Me dispon­go a escribirte bajo su resplandor.

Su destel­lo es tan her­moso. No ha con­segui­do ocul­tarse. Per­manece detrás de las nubes, pero su halo nos brin­da su rotun­da desnudez. Tan lin­da, tan pri­morosa, toda inmac­u­la­da. Su luz per­fo­ra las nubes, se dis­per­sa cre­an­do una atmos­fera extraña, como una magia transparente.

Es como si me encon­trase ahí afuera, en algún lugar, des­de hace miles de años y con­tem­plase este instante des­de el cenit.

Su lla­ma embel­lece estas hor­ro­rosas alambradas.

Lo que me lle­va a reflex­ionar acer­ca de nue­stro rec­ha­zo a la feal­dad. De hecho, cuan­do las miro de cer­ca no me resul­tan tan hor­ren­das. Alam­bradas enmarañadas, orga­ni­zadas medi­ante inter­ven­ciones humanas conc­re­tas. Están ahí, silen­ciosas y sosegadas. Sir­ven úni­ca­mente para provo­car cier­ta conmoción.

Sim­ples alam­bradas. En cuan­to las nom­bramos los ros­tros se ten­san y repli­can “qué feal­dad”. Se uti­lizan para mar­car fron­teras, dividir y definir espa­cios; en cuan­to traspasamos sus límites, nos cas­ti­gan con sus púas.

Pero aho­ra me paro a obser­var­las: ese hor­ro­roso alam­bre, ador­na­do con pin­chos, se me ase­me­ja tan inocente e inofen­si­vo, que ni tan siquiera puedo enfadarme con él. Es como si dijese “no he hecho nada, son ellos los que me han crea­do”. Ten­go la sen­sación de des­cubrir su per­fil cán­di­do y puro. Como una mujer, que con­ver­ti­da en puro pro­duc­to mer­can­til a con­se­cuen­cia de una ide­ología vigente des­de hace miles de años, se rev­e­lase de repente dicien­do “no ten­go la cul­pa, son ellos los que me han hecho así”. El gri­to sería parecido.

Cal­i­fi­car­las de feas alam­bradas supon­dría ser injus­ta con ellas. Es el ser humano el que ha inter­venido para colo­car­las por enci­ma de nues­tras cabezas. Lo que me lle­va a pen­sar que el hecho de pon­erme en su con­tra, mirar­las para malde­cir­las, sig­nifi­ca equiv­o­carse de sujeto.

Esta noche las alam­bradas no son culpables.

Lavadas por el ful­gor de la luna, su som­bra enjam­bra las pare­des del patio, como si se tratase de mujeres dan­zan­do. Bril­lan inin­ter­rump­i­da­mente, las alam­bradas inertes, las cen­tinelas de mi condena.

Zehra Doğan
29 de Mayo de 2018 Cár­cel de Diyarbakır

Hace­mos un lla­mamien­to a las almas que apoy­an la causa de Zehra Dogan y la de todas las pri­sion­eras políti­cas de Turquía, a un encuen­tro sol­i­dario nocturno.

En esta ocasión nos aparta­mos de los hom­e­na­jes habit­uales y nos damos cita bajo la luz de la luna, diosa y mad­ri­na del encuentro.

Bru­jas, nin­fas, hadas, mujeres, fem­i­nistas, poetas.

Magos, duen­des, hechiceros y cantantes.

Don­d­e­quiera que este­mos, vayamos al encuen­tro de nues­tra pro­tec­to­ra, aunque tan solo sea por un instante, enviemos men­sajes de apoyo, alien­to y energía por mediación de la luna, para que trans­porte nues­tras voces hacia ellas, que obser­varán aten­ta­mente el ple­nilu­nio des­de detrás de los barrotes.

En cualquier pun­to de los cin­co con­ti­nentes, solas o con ami­gas, en casa, en el jardín, en la calle, bajo el estrel­la­do cielo inver­nal, frente a vues­tras ven­tanas, en los bal­cones baña­dos por el destel­lo lunar…

Os damos cita el próx­i­mo sába­do 20 de Enero, a las 21 horas (23h en Turquía).

Si deseáis hac­er una lec­tura, podéis seguir este link donde encon­traréis una serie de tex­tos de Zehra así como una recopi­lación poéti­ca con la luna como protagonista.

Podéis enviar vues­tras ini­cia­ti­vas, espa­cios, imá­genes… por mail o Face­book a través de la pági­na Free Zehra Dogan. Los publicaremos.

Face­book : Sol­i­dari­dad Plenilunio

Aprovechamos la ocasión para inci­taros a leer dos libros acon­se­ja­dos por nues­tra ami­ga Zehra… El primero, al que se refiere a menudo en sus car­tas, es “Cal­ibán y la bru­ja” de Sil­via Fed­eri­ci. El segun­do, el que leía en el furgón, esposa­da , cuan­do era trans­feri­da jun­to con otras 19 pri­sion­eras a la cár­cel de Tar­so, “Mujeres que cor­ren con lobos” de Claris­sa Pinko­la Estés. Que dis­frutéis de la lectura…

Y no olvidéis que el nue­vo año es el pre­tex­to ide­al para enviar car­tas, postales, acuare­las a la prisión. La direc­ción es esta:

Zehra Doğan C‑3
Tar­sus Kadın Kapalı CİK
Ali­fakı Mahalle­si Ali­fakı sokak
Tar­sus – MERSİN
TURQUÍA

Mas infor­ma­ción acer­ca de Zehra :
zehradogan.net (tril­ingüe) y Archi­vo espa­cial Zehra Doğan  (mul­ti­l­ingüe)


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