Français | English | Castellano
El Tribunal Supremo turco acaba de condenar a cadena perpetua a Pınar Selek, 50 años, socióloga, profesora e investigadora de la Universidad de la Côte d’Azur de Niza, por el supuesto atentado del mercado de especias de Estambul. La explosión, que causó siete muertos y 121 heridos, fue ocasionada por una fuga de gas, tal y como quedó demostrado hace ya 24 años.
Pınar Selek permaneció en prisión preventiva entre 1998 y 2000, fue torturada y condenada a cadena perpetua. El año 2000, tras 36 meses de cárcel, fue puesta en libertad. En todo momento se negó a entregar los nombres de los combatientes kurdos que había conocido durante su labor investigadora sobre la cuestión kurda. El tribunal de Casación anuló en repetidas ocasiones la sentencia absolutoria, ya que la negativa de Pınar a “cooperar” fue absoluta. El juicio ubuesco se ha ido repitiendo desde entonces a medida que los jueces han ido cambiando. En 2014 fue incluso objeto de una orden de arresto de la Interpol.
Los tribunales también la acusaron de pertenencia al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y de haber preparado y colocado una bomba, algo que la activista antimilitarista y pacifista siempre ha negado. Fue liberada en 2003 después de que un informe pericial atribuyera la explosión a una fuga de gas y en la actualidad reside en Francia. Basándose en este informe pericial y en la retractación del principal testigo de la acusación, los tribunales turcos han absuelto a Pınar Selek en varias ocasiones. Esta vez es el Tribunal Supremo el que se ha pronunciado.
El recurso que ha originado la condena del Tribunal Supremo tan solo concierne a Pınar Selek: las otras personas que quedaron absueltas en este proceso que dura ya 24 años no se han visto afectadas.
Estas son las declaraciones de la propia Pınar en el comunicado que ha hecho público tras conocerse la sentencia a cadena perpetua, que ella refuta:
” Todo es posible, salvo una nueva condena.
Esta sentencia no sólo es injusta e insensata, sino también inhumana, ya que el expediente consta de numerosos informes periciales que demuestran que la explosión se originó por una fuga de gas. En ningún momento presté declaración, nunca me interrogaron al respecto. El juicio se inició basándose únicamente en la declaración de Abdülmecit O., quien dijo que habíamos actuado juntos, y posteriormente se detractó ante el tribunal ya que su declaración había sido obtenida bajo tortura. Ambos fuimos absueltos: su exculpación fue definitiva, pero han recurrido mi sentencia absolutoria.Esta sentencia no tiene nada que ver con la ley.
Teniendo en cuenta que las razones invocadas en el fallo no se han hecho públicas aún, no puedo hacer más comentarios.”
Esta decisión desencadenará una serie de juicios, los que reclaman la indemnización de las víctimas por el supuesto atentado y cuyos procedimientos están ya en marcha . Se desata un ensañamiento de orden financiero…
La injusticia se ha desbocado en Turquía. Todos los jueces quieren demostrar que son leales al régimen. El ex copresidente del HDP, Selahattin Demirtaş, que lleva cinco años detenido en la prisión de tipo F de Edirne, lo describió muy bien recientemente en una carta abierta. Las fuerzas armadas, en pie de guerra desde que el presidente turco declarase que preparaba una nueva ocupación de territorio en el norte de Siria y que mantenía las “operaciones especiales” en la zona fronteriza iraquí, tienen la cuestión “kurda” en el punto de mira. Retoman las detenciones de periodistas y la caza de “terroristas” nos brinda imágenes de arrestos dignas de los años 90. Además, Turquía se hunde en una crisis inflacionaria.
El régimen, que trata de imponerse en la esfera internacional valiéndose de la guerra de Ucrania, sigue endureciendo su represión contra el movimiento kurdo. Este enésimo estallido de injusticia es su grotesca ilustración.
Traducido del francés por Maite.
Apoya a Kedistan, HAZ UNA CONTRIBUCIÓN.