La misiva del historiador Etienne Copeaux a su amigo Mutlu Öztürk, profesor de historia preso desde hace tres meses en Estambul por haber proclamado “¡No a la guerra! ¡Queremos paz!”.
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Querido Mutlu,
Desde que estás en la cárcel tengo la sensación de ser injustamente afortunado, de ser un privilegiado y de disfrutar de ventajas que me han sido concedidas por puro azar.
Me pregunto a menudo qué es lo que más añoraría si estuviese en tu situación.
Poder salir, por supuesto.
Poder caminar, como hago a menudo, hasta una cima cercana y dedicarme a contemplar el paisaje. Fijarme detenidamente en cada cumbre, por lejana que sea y disfrutar de la dicha de poder identificarla.
No solo puedo enumerar todas las cumbres que frecuento desde hace décadas, sino que también conozco el camino que me conduce hasta cada una de ellas, los valles y desfiladeros que debo atravesar. Puedo evaluar el tiempo y el esfuerzo que requiere la tarea. Y también consigo entrever el panorama que ofrece cada cumbre.
Si estuviese entre cuatro paredes probablemente pensaría en ello, me evadiría imaginando. Allá lejos, por encima de los cerros. Tal y como expresa el poema “Elevación” de Baudelaire que sin duda conoces:
ELEVACIÓN
Por encima de los lagos, por encima de los valles,
de las montañas, de los bosques, de las nubes, de los mares,
más allá del sol, más allá de los éteres,
espíritu mío, tú te mueves con agilidad
y, como un buen nadador que surge entre las olas
surcas alegremente la inmensidad profunda
con una indescriptible y masculina voluptuosidad.Qué fácil es decirlo, para quien está en libertad.
Todo cuanto observo desde la cima me trae a la memoria episodios de mi vida, acontecimientos de periodos concretos. Frente a esos parajes, tan cercanos, desfila una buena parte de mi existencia.
Pero hay paisajes que ya no vemos, pero quedan grabados en la mente y cada vez que pienso en Turquía, en Estambul, surgen escenarios reales de aquellos años lejanos, recuerdos vivos que hacen que, a pesar de todo, en Estambul también me sienta en casa.
Tal y como sucede con las cumbres del horizonte, algunos recuerdos superan a otros, parecen no ya montañas sino olas de una mar agitada, ya que se mueven y se desplazan según las circunstancias.
Así que cuando pienso en ti Mutlu, las cumbres evocan nuestros encuentros y recuerdo el camino y las circunstancias que facilitaron nuestro encuentro, que pudiésemos vernos y charlar un rato.
Tu juicio comienza dentro de pocos días.
Espero, somos muchos los que lo deseamos, que seas absuelto. Y que puedas deslizarte al otro lado de los muros, no solo los de la cárcel, y que podamos hablar de nuevo de paz y de libertad; que podamos contemplar tu sonrisa una vez más, no solamente a través de una fotografía.
Hasta pronto Mutlu, un abrazo para ti y todos tus camaradas,
Etienne
El profesor de historia Mutlu Öztürk, encarcelado desde hace tres meses, será juzgado el 21 de febrero por haber proclamado durante una protesta contra la invasión del ejército turco en el norte de Siria: “¡No a la guerra! ¡Queremos paz!”. Sus alumnos, camaradas y amigos le respaldan a través de diversos medios. Podéis seguir su cuenta Twitter @freemutluhoca, emplear los hashtags #freemutluhoca, #mutluhocayaözgürlük para expresar vuestro apoyo. Un blog recopila los textos solidarios: www.mutluhocayaozgurluk.com.