Havrin Khalaf (Xelef) tenía 35 años. Era kurda. Su compromiso con las mujeres de Rojava, norte de Siria, era firme.
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Ha sido asesinada por mercenarios islamistas quienes, aprovechado la ocasión brindada por la invasión turca, la han ejecutado de una manera atroz. Es uno más entre los crímenes de guerra que acompañan el ataque de las fuerzas turcas y los mercenarios yijadistas; se trata además, sin lugar a dudas, de un feminicidio.
Debemos rendir homenaje a esta mujer, que junto con otras compañeras, luchaba en este enclave de Oriente Medio en favor de las mujeres, la democracia y la paz.
Havrin Khalaf trabajaba codo a codo con las mujeres musulmanas de Rojava. Defendía para su comunidad un modelo igualitario entre hombres y mujeres. Consiguió, en una región en la que las pautas marcadas por las tribus continúan siendo el modelo de organización social respetado por los pueblos árabes presentes, que las mujeres diesen un paso adelante en la resistencia al patriarcado. Circunstancia que se vio agravada durante los últimos años debido a la ideología asesina fomentada por Daesh.
Era también una militante política, co-presidenta (junto a un hombre árabe) del partido “Futuro de Siria” e integrante del Consejo democrático sirio, creado en 2014, fecha en la que, repeliendo con determinación a los yijadistas, lxs combatientes reconquistaron Kobané. Ella fue una de las mujeres que en 2016, tras la proclamación de una dirección federal kurda, árabe y asiria en Rojava, Norte de Siria, lucharon para que las mujeres ocupasen de pleno derecho, paritariamente, todas las responsabilidades en la construcción de un proceso democrático abierto.
Luchó en favor del pluralismo, la alianza entre kurdos, árabes, turkmenos, ya fuesen musulmanes, cristianos o yezidíes. Se dedicó a combatir el patriarcado, tanto el del régimen de Bachar El –Assad como el del Estado Islámico.
Los yijadistas, asesinando brutalmente a Havrin Khalaf, no solo han ejecutado su cuerpo, también han aniquilado las ideas que defendía. Nadie podrá creer que se trata de un crimen de guerra, fortuito, perpetrado tras el anuncio de la invasión turca y la retirada estadounidense.
Los asesinos han pensado que en medio del caos originado por la ofensiva turca, las decenas de miles de desplazados (160 000 a día de hoy, según datos de la ONU) y los bombardeos, el crimen pasaría desapercibido. Es cierto que la noticia solo se ha propagado tras el homenaje que le han rendido durante el entierro. A partir de ese instante se ha difundido una información pormenorizada y algunos medios internacionales se han hecho eco de lo sucedido. De hecho no comprendemos por qué la red kurda internacional (abrumada por la gravedad de los ataques, todo hay que decirlo) no dio una cobertura detallada de lo acontecido inmediatamente, teniendo en cuenta lo que este asesinato representaba.
Efectivamente aquel día, en la zona, se perpetraron numerosos crímenes de guerra. Sus ejecutores, refuerzos sirios del ejército turco, en primera línea de la ofensiva, grabaron unos cuantos. Los videos circulan en la red, se mezclan con otras imágenes del mismo género filmadas durante los cinco últimos años en esta zona de guerra. Son la prueba flagrante de las atrocidades cometidas, a las que sin duda se añadirán otras. Uno de los autores presentes en esas grabaciones ha sido identificado como un islamista reciclado por las fuerzas turcas, en el seno del denominado ejército nacional sirio…Es la razón por la cual el periodicucho islamo nacionalista turco Yeni Safak escribía el pasado domingo 13: “Como resultado de una operación de éxito, confirmamos que la secretaria general del Partido del Futuro de Siria ya no podrá causar daño alguno”.
Queremos rendir homenaje a una luchadora por la paz, una activista incansable de la causa feminista y una diplomática que muchos dirigentes europeos conocían.
En Ginebra acaba de hacerse pública una declaración según la cual podrían responsabilizar a Turquía por los crímenes de guerra cometidos por sus tropas de refuerzo.
Ha sido asesinada por mercenarios islamistas quienes, aprovechado la ocasión brindada por la invasión turca, la han ejecutado de una manera atroz. Es uno más entre los crímenes de guerra que acompañan el ataque de las fuerzas turcas y los mercenarios yijadistas; se trata además, sin lugar a dudas, de un feminicidio.
Debemos rendir homenaje a esta mujer, que junto con otras compañeras, luchaba en este enclave de Oriente Medio en favor de las mujeres, la democracia y la paz.
Havrin Khalaf trabajaba codo a codo con las mujeres musulmanas de Rojava. Defendía para su comunidad un modelo igualitario entre hombres y mujeres. Consiguió, en una región en la que las pautas marcadas por las tribus continúan siendo el modelo de organización social respetado por los pueblos árabes presentes, que las mujeres diesen un paso adelante en la resistencia al patriarcado. Circunstancia que se vio agravada durante los últimos años debido a la ideología asesina fomentada por Daesh.
Era también una militante política, co-presidenta (junto a un hombre árabe) del partido “Futuro de Siria” e integrante del Consejo democrático sirio, creado en 2014, fecha en la que, repeliendo con determinación a los yijadistas, lxs combatientes reconquistaron Kobané. Ella fue una de las mujeres que en 2016, tras la proclamación de una dirección federal kurda, árabe y asiria en Rojava, Norte de Siria, lucharon para que las mujeres ocupasen de pleno derecho, paritariamente, todas las responsabilidades en la construcción de un proceso democrático abierto.
Luchó en favor del pluralismo, la alianza entre kurdos, árabes, turkmenos, ya fuesen musulmanes, cristianos o yezidíes. Se dedicó a combatir el patriarcado, tanto el del régimen de Bachar El –Assad como el del Estado Islámico.
Los yijadistas, asesinando brutalmente a Havrin Khalaf, no solo han ejecutado su cuerpo, también han aniquilado las ideas que defendía. Nadie podrá creer que se trata de un crimen de guerra, fortuito, perpetrado tras el anuncio de la invasión turca y la retirada estadounidense.
Los asesinos han pensado que en medio del caos originado por la ofensiva turca, las decenas de miles de desplazados (160 000 a día de hoy, según datos de la ONU) y los bombardeos, el crimen pasaría desapercibido. Es cierto que la noticia solo se ha propagado tras el homenaje que le han rendido durante el entierro. A partir de ese instante se ha difundido una información pormenorizada y algunos medios internacionales se han hecho eco de lo sucedido. De hecho no comprendemos por qué la red kurda internacional (abrumada por la gravedad de los ataques, todo hay que decirlo) no dio una cobertura detallada de lo acontecido inmediatamente, teniendo en cuenta lo que este asesinato representaba.
Efectivamente aquel día, en la zona, se perpetraron numerosos crímenes de guerra. Sus ejecutores, refuerzos sirios del ejército turco, en primera línea de la ofensiva, grabaron unos cuantos. Los videos circulan en la red, se mezclan con otras imágenes del mismo género filmadas durante los cinco últimos años en esta zona de guerra. Son la prueba flagrante de las atrocidades cometidas, a las que sin duda se añadirán otras. Uno de los autores presentes en esas grabaciones ha sido identificado como un islamista reciclado por las fuerzas turcas, en el seno del denominado ejército nacional sirio…Es la razón por la cual el periodicucho islamo nacionalista turco Yeni Şafak escribía el pasado domingo 13: “Como resultado de una operación de éxito, confirmamos que la secretaria general del Partido del Futuro de Siria ya no podrá causar daño alguno”.
Queremos rendir homenaje a una luchadora por la paz, una activista incansable de la causa feminista y una diplomática que muchos dirigentes europeos conocían.
En Ginebra acaba de hacerse pública una declaración según la cual podrían responsabilizar a Turquía por los crímenes de guerra cometidos por sus tropas de refuerzo.