Si quieres com­pren­der a la extrema derecha, fíjate en su bib­liote­ca. Las impre­siones de la escrito­ra tur­ca Elif Shafak sobre la incur­sión de las ideas con­ser­vado­ras en el  lengua­je mainstream. 

Artícu­lo pub­li­ca­do en The Guardian.


De Jor­dan Peter­son a Thi­lo Sar­razin, los escritores de dere­chas han con­ver­tido en main­stream con­cep­tos que con­sid­erábamos extremistas.

Mien­tras ejer­cí como pro­fe­so­ra en la Uni­ver­si­dad de Ari­zona viví en Tuc­son. Fue extraño encon­trarse a media hora de la fron­tera meji­cana en la era pos­te­ri­or al 9/11. Vig­i­lantes arma­dos patrul­la­ban el desier­to a la caza de inmi­grantes ile­gales. La radio local vom­ita­ba todos los días para­noia y xeno­fo­bia. Habla­ban sobre “ver­daderos amer­i­canos” en pequeñas ciu­dades con “val­ores puros”, en oposi­ción a la élite cor­rup­ta lib­er­al de las ciu­dades. Empez­a­ba a for­marse poco a poco una retóri­ca rad­i­cal de derechas.

¿Has­ta qué pun­to era peli­groso Jor­dan B Peter­son, el pro­fe­sor con­ser­vador que desató la indignación?

Las suce­si­vas encues­tas demostraron que la con­fi­an­za en las insti­tu­ciones democráti­cas fun­da­men­tales esta­ba dis­min­uyen­do. En medio de este cli­ma el locu­tor de radio con­ser­vador Rush Lim­baugh afir­mó que “los balu­artes del engaño eran cua­tro”: los medios de comu­ni­cación, las uni­ver­si­dades, la cien­cia y el gob­ier­no. Se mul­ti­pli­caron las teorías con­spir­a­ti­vas acer­ca de cómo los “lob­bies lib­erales” habían incau­ta­do el sis­tema. Los dem­a­go­gos pop­ulis­tas comen­zaron a sug­erir que había que eri­gir insti­tu­ciones alter­na­ti­vas de dere­chas. Un uni­ver­so para­le­lo. Guer­ra infor­ma­ti­va. La cul­tura y el conocimien­to, que habían man­tenido unidos a los seres humanos durante décadas, eran percibidos aho­ra como un cam­po de batalla.

El ala rad­i­cal se había infil­tra­do en el lengua­je main­stream. Flo­re­ció un nue­vo grupo de dem­a­go­gos pop­ulis­tas, a quienes no importa­ban los hechos, la razón o los datos. Al mis­mo tiem­po emergió otro movimien­to: una inteligentsia rad­i­cal de dere­chas que medi­ante libros y char­las vin­cu­la­ba a colec­tivos mar­ginales menos instru­i­dos con el mun­do de las letras. Surgieron nuevas ten­den­cias en la indus­tria edi­to­r­i­al y parte de su tarea con­sistía en ree­scribir la historia.

En 2018 se pub­licó en Fran­cia Hijo de la Nación, el libro de memo­rias de Jean Marie Le Pen. La primera edi­ción se agotó antes de lle­gar a las libr­erías. El libro era entre otras cosas una ten­ta­ti­va de ree­scrit­u­ra del pasa­do, la época de Vichy conc­re­ta­mente. Los sim­pa­ti­zantes nazis del gob­ier­no de Vichy fueron ide­al­iza­dos como gen­uinos patri­o­tas france­ses. El pro­pio Le Pen ha nega­do repeti­da­mente el holo­caus­to y describe las cámaras de gas como “un pequeño detalle” de la his­to­ria de la segun­da guer­ra mundi­al. En Polo­nia están inten­tan­do recon­stru­ir el pasa­do de una man­era sim­i­lar. En sus libros y char­las la his­to­ri­ado­ra Ewa Kurek resalta que los gue­tos fueron “fac­ul­ta­tivos” y que la vida de los pola­cos que vivían fuera de ellos fue más difí­cil que la de los judíos que se encon­tra­ban dentro.

Como nov­el­ista obser­vo con mucha aten­ción cómo la fic­ción va pen­e­tran­do el mun­do edi­to­r­i­al con­ser­vador. Para quienes creemos en el impacto pos­i­ti­vo de los libros resul­ta duro admi­tir que en la actu­al­i­dad se emplea el arte de la nar­ración para difundir odio, fanatismo y desin­for­ma­ción. Esto no resul­ta nada nue­vo en sí mis­mo. Los diar­ios de Turn­er, una nov­ela dis­tópi­ca con­sid­er­a­da como la bib­lia de la extrema derecha, fue escri­ta por WL Pierce (bajo el seudón­i­mo Andrew McDon­ald) en 1978. Describe una sociedad futu­ra en la que los esta­dounidens­es blan­cos están someti­dos por minorías no blan­cas. Un movimien­to arma­do denom­i­na­do “la orden” se alza con­tra la dom­i­nación de esas minorías, lo que deri­va en el geno­cidio de toda la población no blan­ca. El libro inspiró var­ios ataques ter­ror­is­tas, inclu­i­do el aten­ta­do de Okla­homa City en 1995, en el que fal­l­ecieron 168 per­sonas. Un grupo nacional­ista auto­de­nom­i­na­do la Orden acabó en 1984 con la vida del reportero y abo­ga­do lib­er­al Alan Berg.

Recien­te­mente Un cam­po de San­tos, escri­ta en 1973 por el explo­rador y escritor francés Jean Ras­pail fue redes­cu­bier­ta y rescata­da por la extrema derecha. Gra­cias a la pro­mo­ción de Steve Ban­non se ha ven­di­do des­de entonces en can­ti­dades astronómi­cas. Este libro tam­bién rela­ta el colap­so de la sociedad occi­den­tal a manos de la “gente more­na”. Ras­pail, que tiene en la actu­al­i­dad 93 años, recla­ma que la solu­ción a los prob­le­mas actuales rad­i­ca en la supre­sión de la com­pasión. “He escrito que la cari­dad cris­tiana sufrirá un revés cuan­do afronte la respues­ta ante la aflu­en­cia de emi­grantes. Ten­drá que armarse de val­or y elim­i­nar todo tipo de com­pasión. Porque de otro modo nue­stros país­es se hundirán.”

Pocos libros de esta nue­va ten­den­cia han sido tan influyentes como el escrito por el nov­el­ista y ensay­ista francés Renaud Camus. Camus, un ardi­ente sim­pa­ti­zante de Marine Le Pen, afir­ma que una élite glob­al está con­spir­an­do con­tra la población y la cul­tura blan­ca euro­pea. Su visión del “gran reem­pla­zo” ha sido difun­di­da medi­ante pági­nas web de extrema derecha y se ha uti­liza­do para reforzar la tesis que afir­ma que se está lle­van­do a cabo un “geno­cidio blanco”.

Este miedo tam­bién se con­tem­pla en el libro Ale­ma­nia se desin­te­gra de Thi­lo Sar­razin (2010), que encabezó durante 21 sem­anas la lista de best­sellers en Ale­ma­nia, con 1.5m copias ven­di­das. Según Sar­razin los inmi­grantes musul­manes son menos inteligentes que los ale­manes. Enva­len­ton­a­dos con sus comen­tar­ios, los activis­tas de extrema derecha ale­manes exi­gen test de CI para los inmi­grantes. En 2018 Sar­razin pub­licó Opa Hos­til, que trata­ba prác­ti­ca­mente de lo mis­mo. En esta ocasión el cli­ma políti­co ha sido más prop­i­cio inclu­so para la extrema derecha ya que Alter­na­ti­va para Ale­ma­nia ha lle­ga­do al par­la­men­to. Durante una entre­vista, cuan­do le pre­gun­taron si tenía algo pos­i­ti­vo que decir acer­ca del islam, Sar­razin respondió: “No, creo que el mun­do sería un lugar mejor si el Islam no hubiese exis­ti­do jamás”.

La nue­va retóri­ca rad­i­cal de dere­chas mez­cla con destreza anti­semitismo e islam­o­fo­bia- tam­bién com­parten pro­tag­o­nis­mo pre­juicios de otra índole. La obra del psicól­o­go clíni­co cana­di­ense Jor­dan Peter­son trasla­da tam­bién ese antifem­i­nis­mo y pre­juicio de género. Aunan­do machis­mo reac­cionario sec­u­lar con un lengua­je académi­co sofisti­ca­do, se con­vierte en el per­fec­to icono int­elec­tu­al para los jóvenes, el hom­bre descon­tento involu­cra­do con la extrema derecha. A Peter­son le divierte emi­tir declara­ciones grandilocuentes y obser­var cómo la gente se enfa­da. Es difí­cil eti­que­tar­lo y él cul­ti­va esa ambigüedad abier­ta­mente. Se mueve en la del­ga­da línea que sep­a­ra al eru­di­to que defiende legí­ti­ma­mente la lib­er­tad de expre­sión con el dem­a­gogo que avi­va la dis­crim­i­nación. Una se pre­gun­ta si esto no per­tur­ba su conciencia.

Cuan­do pen­samos en supremacis­tas blan­cos imag­i­namos a menudo jóvenes desem­plea­d­os que pasan todo el día delante de la pan­talla del orde­nador, indi­vid­u­os tan desconec­ta­dos y atom­iza­dos que bus­can deses­per­ada­mente un poco de seguri­dad en los oscuros laber­in­tos de inter­net. Nos viene a la mente Char­lottesville, hom­bres furiosos cam­i­nan­do con antor­chas ardi­en­do en las manos. Pero estas imá­genes no con­siguen trans­mi­tir la ampli­tud de la cor­ri­ente cul­tur­al a la que esta­mos someti­dos en la actu­al­i­dad. Para com­pren­der esto debe­mos enfo­carnos en el cam­bio rad­i­cal que se ha oper­a­do en la indus­tria edi­to­r­i­al. Existe una nue­va inteligentsia rad­i­cal de dere­chas que pro­por­ciona un nexo de unión inex­is­tente has­ta la fecha entre el mun­do del arte y los cír­cu­los mar­ginales; ellos otor­gan legit­im­i­dad a las políti­cas reac­cionar­ias y reac­cio­nan vio­len­ta­mente ante las refor­mas pro­gre­sis­tas; dis­tor­sio­n­an los hechos sis­temáti­ca­mente, ree­scriben la his­to­ria sin vergüen­za algu­na y emplean sus pal­abras y esta­tus social para inci­tar hos­til­i­dad y rup­tura. Y con­siguen hac­er todo esto con una res­p­lan­de­ciente apari­en­cia de sofisti­cación intelectual.

Elif Shafak


Elif ShafakElif Shafak (Elif Şafak) es una escritora y politóloga de origen turco. Ha publicado 14 libros, la mayoría novelas, las cuales ha escrito tanto en turco como en inglés.
Sus obras se basan en diversas culturas y tradiciones literarias, reflejando su inerés por la historia, la filosofía, el sufismo, así como de tratar temas relacionados a la mujer en sociedad, las minorías y los inmigrantes. En 2010 recibió la distinción francesa Orden de las Artes y las Letras.

Traducido por Maite
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