La joven can­tante kur­da lle­va casi cua­tro años detrás de los bar­rotes. Ankara le acusa de com­pli­ci­dad con “ter­ror­is­tas”. Se supone que su con­de­na aca­ba en 2034.


Français | English | Castellano

Diecin­ueve años: la cifra hace ref­er­en­cia a su con­de­na, no a su edad. Per­manece reclu­i­da en rég­i­men de ais­lamien­to des­de el pasa­do mes. San­ción dis­ci­pli­nar­ia. Lo que des­de luego no sig­nifi­ca nada: el lengua­je del AKP miente con el mis­mo énfa­sis con el que impi­de a los demás res­pi­rar. “Estar cau­ti­vo no es la cuestión, la cuestión es no rendirse”, dejó escrito un pre­so en los años 4O, se tra­ta del poeta tur­co Naz­im Hik­met. Se pre­cisa mucha imag­i­nación para com­pren­der la dimen­sión de estos tres ver­sos cuan­do vivi­mos al aire libre: rep­re­sen­tan el rotun­do aulli­do de una evi­den­cia desquiciada.

La últi­ma ima­gen que ten­emos de ella data del ver­a­no de 2018: vemos a ocho mujeres con los pies en la nieve en lo que se supone es el patio del cen­tro pen­i­ten­cia­rio del nordeste tur­co en el que per­manecen reclu­idas. Entre las mujeres son­ri­entes se encuen­tra Nûdem Durak y nos brin­da una son­risa tan amplia que nos vemos oblig­a­dos a devolvérsela. Su sola expre­sión encar­na ese voca­blo del poeta que en francés tra­duci­mos como “voilà” (ya está), esa pal­abra en apari­en­cia nimia, pobre de espíritu, pero incon­men­su­rable cuan­do se tra­ta de la figu­ra de Hik­met o la son­risa de Durak.

La deteni­da, pron­to trein­tañera, ha aña­di­do una car­ta a la fotografía dirigi­da a su comité de apoyo. “Con el paso del tiem­po las condi­ciones se van dete­ri­o­ran­do, nue­stro espa­cio de vida es cada vez más angos­to. Nos den­ie­gan los dere­chos fun­da­men­tales, que por ley nos pertenecen, el dere­cho a ten­er vis­i­tas, a lla­mar por telé­fono, recibir car­tas etc.”. La direc­ción del establec­imien­to le ha con­fis­ca­do el últi­mo instru­men­to que tenía en su haber, el tam­bor. Porque Nûdem Durak es can­tante. El papel está lleno de pal­abras oscuras, recias, que un sel­lo admin­is­tra­ti­vo ha ensu­ci­a­do adrede.

Durak ya pasó seis meses en el cal­abo­zo en 2009, durante la ola de deten­ciones que asom­braron el país en el mar­co de la “cuestión KCK” (nom­bre del grupo encar­ga­do de fed­er­ar el con­jun­to de par­tidos rev­olu­cionar­ios kur­dos de la región). Poco después la encer­raron durante un año. Has­ta que fue deteni­da el 22 de Abril de 2015 cuan­do se dirigía a un munici­pio al sur del país. ¿Motivos ofi­ciales? Par­tic­i­pación en man­i­festa­ciones vio­len­tas, pro­pa­gan­da e inclu­so reclu­tamien­to de guer­rilleros para el PKK (Par­tido de Tra­ba­jadores del Kur­dis­tán), orga­ni­zación con­sid­er­a­da “ter­ror­ista” por Turquía y la Unión Euro­pea. “Dijeron” nos expli­ca su her­mana “que pertenecía a la direc­ción ejec­u­ti­va del KCK, la orga­ni­zación más impor­tante por enci­ma del PKK. Es men­ti­ra, todo el mun­do conoce los nom­bres de los diri­gentes del KCK”. Cuan­do no invade el norte de Siria acom­paña­do de mer­ce­nar­ios islamis­tas, el rég­i­men de Erdoğan se ded­i­ca a encar­ce­lar opos­i­tores, peri­odis­tas, escritores y mil­i­tantes de dere­chos humanos: después solo tiene que fab­ricar prue­bas- una sim­ple for­mal­i­dad. “La detu­vieron porque es kur­da y can­ta en kur­do (…) Han pro­hibido la edu­cación kur­da y nue­stro idioma. Nûdem ha inten­ta­do man­ten­er viva nues­tra lengua”, añadirá su familiar.

No sabe­mos gran cosa de ella. Frag­men­tos, reta­zos que jun­ta­mos: esbozamos el retra­to que esper­amos per­fi­lar en los meses venideros: Durak comen­zó a can­tar hacia los 12 años; hija de un modesto hog­ar, vendió el anil­lo de com­pro­miso de su madre para com­prar su primera gui­tar­ra; comen­zó a ser cono­ci­da a niv­el local, en Cizre, la ciu­dad del sud­este ana­to­lio; no habla inglés. Pero podemos escuchar var­ios temas de su grupo Kama Ser­ian, difun­di­dos medi­ante vídeos: can­ciones acús­ti­cas, la may­oría can­tadas a capela. Dig­amos para empezar que su voz trasla­da algo que ella no es: tenue, ron­ca, vapulea­da: se alza límp­i­da, nos envuelve sin recur­rir a orna­men­tos. En 2013 se dirigió a la mul­ti­tud reuni­da para fes­te­jar Newroz, el nue­vo año kur­do e inter­pretó un frag­men­to de Nuda ². Las mon­tañas per­fi­lan en el hor­i­zonte una línea verde y ape­sad­um­bra­da; el retra­to de Öcalan, cofun­dador el PKK detenido en 1999, pre­side la esce­na; Durak viste a modo de hom­e­na­je el uni­forme uni­sex de los guer­rilleros; inter­pre­ta un “gri­to”, el de “la lib­er­tad”, en su idioma, un idioma pro­hibido has­ta prin­ci­p­ios de los 90 por el poder nacional­ista turco.

Me han encar­ce­la­do por haber can­ta­do”, escribió ella el año pasa­do des­de prisión. “¡Pueden arrebatarme todo, pero jamás mi idioma y mi voz”! Y estam­pa una fir­ma: “con el alma libre”. La joven kur­da con­fía a la doc­u­men­tal­ista Eylem Kaf­tan, que la describe como tran­quila y dulce: “Mi úni­co sueño es dedi­carme al arte”. Con­fis­caron sus libros y destruyeron su gui­tar­ra durante un reg­istro noc­turno. Ha deja­do escrito en tur­co, al dor­so de la cita­da fotografía, la sigu­iente frase: “A pesar de todo son­reír es her­moso”. Viene acom­paña­da de un dibu­jo: una son­risa, de nue­vo. “Hablo de paz en todas mis can­ciones y seguiré hacién­do­lo”.

Hemos deja­do de con­tabi­lizar el número de pri­sioneros que Erdoğan mantiene en las maz­mor­ras. Indi­vid­u­alizar es un agravio que hace­mos a todos: solo ten­emos una excusa: este cau­tive­rio tiene un ros­tro, este ros­tro una voz y esta voz se cuela en nue­stro inte­ri­or como el agua, con lenti­tud, pulien­do la roca. Algunos dirán que nues­tra tarea aca­ba cuan­do comien­zan a delin­ear las naciones. “El país que pre­fiero es la tier­ra”, ase­gura­ba sin embar­go Hik­met; el pres­i­dente tur­co mien­tras tan­to se refiere a Fran­cia como “mi ami­ga” cuan­do se tra­ta de asun­tos de dinero. Dado que nos incumbe a todos, el ciu­dadano tiene dere­cho a hablar; el cama­ra­da tiende su mano. Lib­er­tad para Nûdem Durak y todxs lxs pri­sion­erxs políticxs.

Joseph Andras

 


Puedes apo­yar a Nûdem Durak

Petición Free Nûdem Durak  • Facebook Free Nûdem Durak • Twitter @NudemDurak • Youtube Free Nûdem Durak • Puedes escribir a Nûdem y a sus compañerxs a la cárcelNudem Durak M Tipi Kapalı Cezaevi Bayburt TURCHIA

 

joseph andras

Joseph Andras, escritor. Publicó su primera novela en 2016, “De nuestros hermanos heridos”, dedicada a Fernand Iveton, obrero pied noir e independentista. Esta obra le valió el Premio Goncourt, galardón que rechazó. En Mayo de 2017 publicó junto a D’ de Kabal un libro- disco titulado “Solo queda un perro”, poema sobre el puerto de le Havre. A principios de 2018 pasó dos meses en Chiapas. En Septiembre de 2018 publicó “Kanaky, Tras las huellas de Alphonse Dianou”: una investigación sobre un militante del FLNKS asesinado en 1988. En Abril de 2017 firmó una tribuna denunciando la encarcelación de periodistas en Turquía. El pasado 25 de Marzo publicó esta crónica sobre la cantante kurda Nûdem Durak en L’Humanité.

Traducido por Maite
Por respeto hacia la labor de las autoras y traductoras, puedes utilizar y compartir los artículos y las traducciones de Kedistan citando la fuente y añadiendo el enlace. Gracias.
Auteur(e) invité(e)
Auteur(e)s Invité(e)s
AmiEs con­tributri­ces, con­tribu­teurs tra­ver­sant les pages de Kedis­tan, occa­sion­nelle­ment ou régulièrement…