Turquía, sobre Osman Kavala. Tra­duc­ción de un artícu­lo de Umut Özkırım­lı, pub­li­ca­do en Ahval el 12 de marzo.


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Alguien debió con­tar men­ti­ras acer­ca de Josef K., que sabía que no había hecho nada malo pero una mañana, fue detenido.

Tenien­do en cuen­ta que (Osman K.) via­jó a Hun­gría el 05.04.2013 con el vue­lo número TK 1035, asien­to 8D y regresó de Hun­gría a nue­stro país (Turquía) el 06.04.2013 con el vue­lo TK 1036, asien­to 11B, puesto que uno de los sospe­chosos, Gökçe Tüylüoğlu, tam­bién se desplazó a Hun­gría el 05.04.2013 con el vue­lo número TK 1035, asien­to 8C y regresó a nue­stro país el 06.04.2013 con el vue­lo TK 1036, asien­to 11C; ya que este via­je tuvo lugar jus­to antes del lev­an­tamien­to insur­gente de Gezi y como es de sobra cono­ci­do que George Soros, el fun­dador de la Fun­dación Sociedad Abier­ta, había par­tic­i­pa­do acti­va­mente en acciones sim­i­lares, razón por la que se esta­ba ges­tando un auto de proce­samien­to en su con­tra instán­dole a aban­donar la uni­ver­si­dad que había fun­da­do en la cap­i­tal hún­gara; se con­fir­ma que la visi­ta de los sospe­chosos esta­ba rela­ciona­da con la coor­di­nación de las activi­dades del lev­an­tamien­to insur­gente de Gezi”.

No puede” dijo el vig­i­lante más alto. “Ust­ed está detenido”. “Pero ¿cómo puedo estar detenido y de esta man­era?”. “Ya empieza ust­ed de nue­vo” dijo el vig­i­lante, e intro­du­jo un tro­zo de pan en el tar­ro de la miel. “No respon­demos a ese tipo de pre­gun­tas”. (…) “Vaya a su habitación, se com­porte con tran­quil­i­dad y espere has­ta que se dispon­ga algo sobre su situación.”
“No”, dijo el hom­bre a la ven­tana, que tiró su libro sobre una mesa de café y se puso de pie. “No puedes irte cuan­do estás bajo arresto.” “Eso es lo que parece”, dijo K. “¿Y por qué estoy arresta­do?”, pre­gun­tó entonces. “Eso es algo que no se nos per­mite decirte. Ve a tu habitación y espera allí. Los pro­ced­imien­tos están en mar­cha y apren­derás todo a su debido tiempo”.

A con­tin­uación vamos a com­parar los 198 méto­dos de acción no vio­len­ta inclu­i­dos en el libro de Gene Sharp tit­u­la­do ‘De la dic­tadu­ra a la democ­ra­cia’ con los acon­tec­imien­tos que tuvieron lugar durante las revueltas de Gezi; 198 méto­dos de acción no vio­len­ta: Méto­dos de Protes­ta y Per­suasión No-Vio­len­ta (selec­ciona­dos por el autor):

12. Pub­li­ci­dad aérea y terrestre
14. Dis­tin­ciones falsas
20. Oración y cul­to (Durante el ayuno del Ramadán se orga­ni­zaron en la calle Istik­lal cenas denom­i­nadas “iftars* ter­restres” y Ziya Azazi apoyó a los man­i­fes­tantes con su dan­za Mevlevi).
(Iftar: El iftar (árabe: إفطار), se refiere a la comi­da noc­tur­na con la que se rompe el ayuno diario durante el mes islámi­co del Ramadán).
33. Gestos amis­tosos (Durante las protes­tas de Gezi algunos man­i­fes­tantes se dedi­caron a ofre­cer flo­res a las fuerzas policiales).
35. Bro­mas y esce­nas humorísticas.
36. Rep­re­senta­ciones teatrales y músi­ca (tur­cas). Gru­pos musi­cales tales como Kardeş Türküler y Duman escri­bieron can­ciones. Den­tro de la gira de recitales “The Wall”, Roger Waters actuó en Estam­bul. A lo largo del concier­to se proyec­taron en el esce­nario las fotografías de las per­sonas fal­l­e­ci­das durante las revueltas.
37. Cánticos
51. Mar­chas (Acciones de huel­ga de KESK, DISK y otros sindi­catos durante la insur­gen­cia de Gezi)
52. Silencio
57. Plan lisís­tra­ta (es decir negarse a ten­er rela­ciones sex­u­ales con la pareja)
65. Quedarse en casa (Durante los even­tos, Mehmet Ali Alab­o­ra y otras per­sonas vin­cu­ladas a la obra de teatro Mi Minör per­manecieron en sus hog­a­res durante cier­to tiempo)
69. Desapari­ción colectiva
135. Des­obe­di­en­cia popular
167. Rezos (Musul­manes ant­i­cap­i­tal­is­tas prac­ti­caron el rezo del viernes en Gezi Park.)
188. Dumping
195. Exi­gir detenciones
196. Des­obe­di­en­cia civ­il frente a las leyes “neu­trales”

No hay duda” dijo en voz bajade que existe una poderosa orga­ni­zación ocul­ta que deter­mi­na las deci­siones de este tri­bunal. En mi caso, incluye mi deten­ción y la inves­ti­gación que se está lle­van­do a cabo hoy aquí, una orga­ni­zación que emplea policías que pueden ser sobor­na­dos, super­vi­sores toscos y jue­ces que no son tan arro­gantes como otros per­son­ajil­los (es lo úni­co bueno que se puede decir sobre ellos). Esta orga­ni­zación mantiene inclu­so un poder judi­cial de alto niv­el jun­to con su séquito de sirvientes, escribas, policías y todo tipo de apoyos, inclu­i­do el de ver­du­gos y tor­tu­radores, no ten­go miedo de usar estas pal­abras. ¿Y cuál es, caballeros, el propósi­to de esta enorme organización?”

Se entiende que, en el cita­do con­tex­to, George Soros fue el motor inter­na­cional de esta y otras opera­ciones sim­i­lares. La estruc­tura dirigi­da y coor­di­na­da por el sospe­choso (Osman K.) trató de uti­lizar la situación y aprovechó la pre­sión ejer­ci­da por país­es extran­jeros con el fin de obligar al gob­ier­no de la Repúbli­ca Tur­ca a dim­i­tir; en caso de que la cita­da ten­ta­ti­va no tuviera éxi­to, como se ha vis­to en ejem­p­los de otros país­es, ocultó armas que podrían ser uti­lizadas más ade­lante para crear un esce­nario sim­i­lar al de una guer­ra civil”.

Dado que la insur­gen­cia había sido planea­da des­de 2011, ensaya­da en uni­ver­si­dades, teatros y otros lugares y tenía simil­i­tudes con las acciones dis­eñadas para que las insur­gen­cias en otros país­es pros­perasen; tenien­do en cuen­ta el pro­ce­so, el for­ma­to y la mag­ni­tud de los acon­tec­imien­tos, resul­ta obvio que la orga­ni­zación que está sien­do inves­ti­ga­da no está com­pues­ta de gente cor­ri­ente; todo lo con­trario, se tra­ta de un ente colec­ti­vo que venía orga­nizán­dose des­de mucho antes de la insur­gen­cia de Gezi, que se com­porta­ba de for­ma plan­i­fi­ca­da, finan­cia­da por cóm­plices den­tro del país y en el extran­jero, con un amplio espec­tro de enti­dades intere­sadas (algu­nas con propósi­tos legales otras ile­gales); des­de ONGs has­ta empre­sas pri­vadas con un vari­a­do reper­to­rio de ideas, que lle­garon al extremo de inten­tar implan­tar medios de comu­ni­cación que pudier­an ser uti­liza­dos para garan­ti­zar que la insur­gen­cia cumpli­era sus obje­tivos, con la capaci­dad de reunir a colec­tivos de difer­entes ide­ologías dis­puestos a come­ter las acciones pre­vi­a­mente citadas.”

Sola­mente exi­jo el debate públi­co de una fal­ta públi­ca. Escuchen: hace diez días me detu­vieron, me impor­ta un ble­do el arresto en sí, no se tra­ta de eso. Vinieron a por mí cuan­do esta­ba aún en la cama. Tenien­do en cuen­ta sus pal­abras puede que el juez hubiese emi­ti­do la orden de arresto de un pin­tor de brocha gor­da, todo es posi­ble. Alguien tan inocente como yo, pero al final me eligieron a mí”.

Es de sobra cono­ci­do que Georges Soros apoyó financiera­mente las protes­tas masi­vas de Medio Ori­ente y los país­es bálti­cos, cono­ci­das como “acciones lib­erales” y que la orga­ni­zación Otpor dirigi­da por Ivan Marovic estu­vo al frente de la insur­rec­ción. Este indi­vid­uo trans­fir­ió can­ti­dades de dinero al sospe­choso (Osman K.) medi­ante su socio en Turquía, la Fun­dación Open Society”.

Por lo que parece aún no se ha hecho una idea del tri­bunal” dijo el pin­tor, que había esti­ra­do las pier­nas y gol­pea­ba el sue­lo con las pun­tas de los pies. “No nece­si­tará ser inocente. Yo mis­mo le sacaré:1 problema”.”¿Y como pre­tende con­seguir­lo?” pre­gun­tó K. “Hace poco ust­ed me ha dicho que el tri­bunal es inac­ce­si­ble a cualquier tipo de argu­mentación”. “Inac­ce­si­ble a cualquier argu­mentación que se plantee ante él” dijo el pin­tor, y elevó el dedo índice como si K no hubiese percibido la sutil difer­en­cia. “Pero esa regla pierde su validez cuan­do se argu­men­ta a espal­das del tri­bunal ofi­cial, es decir en los despa­chos de os asesores, en los pasil­los o, por ejem­p­lo, aquí, en mi estudio”.

Se ha con­fir­ma­do que el cita­do indi­vid­uo (Osman K) aportó finan­ciación a las per­sonas que par­tic­i­paron en la revuelta, que abrió una cuen­ta ban­car­ia con el obje­ti­vo de sum­in­is­trar mate­r­i­al que sería uti­liza­do durante las protes­tas, que pro­por­cionó más­caras de gas, gafas de pro­tec­ción, leche que los man­i­fes­tantes usaron durante los enfrentamien­tos con la policía así como comi­da y desayunos, mesas, sis­temas audio etc. etc., uti­liza­dos en el par­que Gezi”.

En ese sen­ti­do al pare­cer (Osman K.), el prin­ci­pal artí­fice del movimien­to den­tro del país jun­to con otros sospe­chosos, orga­nizó var­ios encuen­tros, foros, even­tos y acciones con la inten­ción de der­ro­car el gob­ier­no de la Repúbli­ca de Turquía, impi­di­en­do al mis­mo que cumpliese con su deber; su final­i­dad era propa­gar el espíritu de Gezi en Ana­to­lia y con este fin inten­taron abrir un canal de tele­visión nada más estal­lar la insurrección.”

Entonces tu eres al que bus­co” dijo el sac­er­dote. “Yo soy el capel­lán de la prisión”. “¡Ah, ya!” dijo K. “He hecho que te tra­jer­an aquí para hablar con­ti­go” dijo el sac­er­dote. “No lo sabía” dijo K. “He venido para mostrar­le la cat­e­dral a un ital­iano”. “Deja lo acce­so­rio” dijo el sac­er­dote . “¿Qué sostienes en la mano? ¿Un libro de ora­ciones?”. “No” respondió K, “es un fol­leto con los mon­u­men­tos históri­cos de la ciu­dad”. “Déja­lo a un lado” dijo el sac­er­dote. K lo arro­jó con tal fuerza que se rompió y un tro­zo con las pági­nas dobladas se deslizó por el sue­lo. “¿Sabes que tu pro­ce­so va mal?” pre­gun­tó el sac­er­dote. “Tam­bién a mí me lo parece” dijo K. “Me he esforza­do todo lo que he podi­do, pero has­ta aho­ra sin éxi­to. Además, aún no he con­clu­i­do mi primer escrito judi­cial.” “¿Cómo te imag­i­nas el final?” pre­gun­tó el sac­er­dote. “Al prin­ci­pio pen­sé que ter­mi­naría bien” “dijo K, “aho­ra hay veces que has­ta yo mis­mo lo dudo. No sé cómo ter­mi­nará. ¿Lo sabes tú?”. “No” dijo el sac­er­dote, “pero temo que ter­mi­nará mal. Te con­sid­er­an cul­pa­ble. Tu pro­ce­so prob­a­ble­mente no pasará de un tri­bunal infe­ri­or. Tu cul­pa, al menos pro­vi­sion­al­mente, se con­sid­era proba­da”. “Pero yo no soy cul­pa­ble” dijo K. “Es un error. ¿Cómo puede ser un hom­bre cul­pa­ble, así, sin más? Todos somos seres humanos, tan­to el uno como el otro”. “Eso es cier­to”  dijo el sac­er­dote , “pero así sue­len hablar los culpables.”

Además el artícu­lo 312 del códi­go penal tur­co –infrac­ciones con­tra el gob­ier­no 312- (1) estip­u­la que todo aquel que emplee la fuerza y la vio­len­cia, o intente erradicar el Gob­ier­no de la Repúbli­ca de Turquía o impedir par­cial o com­ple­ta­mente que cumpla con sus deberes, será con­de­na­do a cade­na per­pet­ua. En este con­tex­to, todos los sospe­chosos deben imper­a­ti­va­mente ser ter­ror­is­tas o en todo caso sus actos serán con­sid­er­a­dos actos terroristas”

Parece que la lóg­i­ca es irrefutable; sin embar­go, no es más fuerte que el ansia de vivir. ¿Dónde esta­ba el Juez Supre­mo que nun­ca había podi­do ver? ¿Dónde la Alta Corte a la que nun­ca había lle­ga­do? Elevó las manos y abrió desmesurada­mente los dedos. Uno de los señores cogió por la gar­gan­ta a K. y el otro hundió el cuchil­lo en el corazón, claván­dose­lo dos veces más. Con los ojos ya vela­dos pudo ver todavía a los dos señores que se inclin­a­ban sobre él, con las caras muy jun­tas, obser­van­do el fin.
-¡Como un per­ro!- se dijo, cual si la vergüen­za debiera sobrevivirle”.

Umut Özkırım­lı

* Extrac­tos de la nov­ela de Frank Kaf­ka “El pro­ce­so”. El acta de acusación de Gezi (aquí en tur­co), “Osman K.” hace ref­er­en­cia a Mehmet Osman Kavala.

Nota de Kedis­tan: Osman Kavala y 15 pres­ti­giosos rep­re­sen­tantes de la sociedad civ­il se arries­gan a una con­de­na a per­pe­tu­idad, ya que el tri­bunal ha admi­ti­do a trámite el auto de proce­samien­to del 4 de Mar­zo. Estas per­sonas están injus­ta­mente acu­sadas de “haber inten­ta­do der­ro­car el gob­ier­no o impedir que pue­da ejercer sus fun­ciones” debido a su supuesto lid­er­az­go en la “orga­ni­zación” de las man­i­festa­ciones del par­que Gezi en 2013. Osman Kavala lle­va más de 16 meses en prisión pre­ven­ti­va y Yiğit Aksakoğlu cer­ca de cua­tro. Las otras per­son­al­i­dades incul­padas están en lib­er­tad en espera de juicio.


Umut ÖzkırımlıUmut Özkırımlı, (Ankara en 1970), es un politólogo reconocido por su obra de investigación en torno al  nacionalismo. Tras su paso por el Liceo Francés St Joseph de Estambul estudió en la Universidad de Bogaziçi. Es licenciado por la London School of Economics and Politcal Science y tiene un doctorado por la Universidad de Estambul. Ejerció como profesor asociado en el departamento de relaciones internacionales de la Universidad de Bilgi (Estambul) y en la actualidad es profesor de estudios contemporáneos sobre Turquía en el Center for Middle Eastern Studies de la Universidad de Lund, en Suecia. Ha publicado numerosos artículos y libros: Contemporary Debates on Nationalism: A Critical Engagement (Debates contemporáneos sobre nacionalismo : Un compromiso crítico) (2005) ; Tormented by History: Nationalism in Greece and Turkey (Atormentados por la histoira : El nacionalismo en Grecia y Turquía) (2008) en colaboración con Spyros Sofos ; Theories of Nationalism: A Critical Introduction (Teorías del nacionalismo : Una introducción crítica) (2017).

Image à la une : Pho­to de  Bülent Kılıç — Visa pour l’im­age - Fes­ti­val inter­na­tion­al de pho­to­jour­nal­isme 2015

Traducido por Maite
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