“No sé para qué nos meten en la cárcel, salimos siendo más fuertes”. Zehra Doğan pronunció estas palabras en 2016, tras haber permanecido 141 días en la prisión de Mardin. Mientras esperaba a que se celebrase su juicio, tuvo la oportunidad de disfrutar de un breve periodo de libertad.
Durante los 141 jornadas que duró su encarcelación pudo conseguir material para ejercer su labor artística, lo que le permitió crear el conjunto de obras pictóricas expuestas en Amed.
OBRAS DE LA CARCEL DE MARDIN
Fotos ©Jef Rabillon
Durante una de las sesiones del juicio comprendió que iba a ser condenada a una pena de prisión por “propaganda terrorista”, se trataba de una acusación relacionada con su actividad artística y periodística. Zehra se refugió en Estambul, a la espera de que llegase su orden de arresto. Permaneció allí hasta Junio de 2017.
El 12 de Junio de 2017, es decir hace ahora un año, cuando regresaba de visitar a su madre en Mardin, fue detenida de nuevo durante un control de carreteras.
De modo que han transcurrido 365 días desde su encarcelación en la prisión de alta seguridad para mujeres de Diyarbakır (Amed), lugar de siniestra reputación. Tiene por delante un año y varios meses de prisión, salvo si le conmutan la pena.
Zehra confió a Kedistan buena parte de las obras realizadas a comienzos de 2017, durante el periodo en el que permaneció en la semiclandestinidad en Estambul. Esas obras se están exponiendo en la actualidad en Europa, en ocasiones en formato original y en otras por medio de reproducciones. Durante estas fechas por ejemplo, se exhiben en Detmold, Alemania, a iniciativa de un grupo de Amnistía Internacional. En 2017, tras un acuerdo con un editor de arte, se publicó un libro que ha quedado prácticamente agotado.
Durante Septiembre- Octubre sus obras originales serán objeto de una nueva gran exposición durante el festival dedicado a Zehra Doğan. En breve os facilitaremos el programa.
Estas obras estarán acompañadas de otras más recientes, inéditas.
Sin embargo en prisión le niegan el acceso a materiales con los que poder ejercer su labor creativa. Se trata de un reglamento que se aplica al conjunto de las prisioneras.
Pero Zehra persiste y dibuja. A pesar de que le han confiscado algunas obras, destruido otras e incautado también pigmentos naturales, brebajes variados, malolientes pero eficaces que inventa, a pesar de los registros, Zehra no ha guardado sus lápices ni renunciado a fabricar pinceles. Nos han comunicado que entre otras sustancias ha utilizado sangre.
Aunque pueda parecer el combate de Sísifo, ya que la censura y la represión son en parte eludidas y las “obras de la cárcel” consiguen llegar hasta las personas que le respaldan, actualmente tenemos en nuestra posesión alrededor de cincuenta, lo que nos revela la permanente creatividad de Zehra pese a las dificultades.
Las denominadas obras « clandestinas », realizadas en 2017, evadidas de Estambul, describían el asedio a las ciudades de Bakur y la realidad cotidiana de las mujeres kurdas. Se entremezclan en ellas el periodismo y el talento artístico mediante formatos particulares. Las condiciones creativas, complicadas y espartanas que proporcionaba el apartamento en el que se cobijó, le brindaron sin embargo la oportunidad de utilizar lienzos, acrílicos y periódicos camuflados. Y aunque si bien es cierto el sentimiento de urgencia está presente en cada una de sus realizaciones, todas ellas evidencian un “acabado” elaborado.
Queremos precisar que todas las obras de Zehra que han llegado a Europa han sido numeradas y archivadas por Jef Rabillon, fotógrafo de Angers, en solidaridad hacia ella.
He aquí algunos ejemplos:
OBRAS DEL PERIODO CLANDESTINO
Fotos ©Jef Rabillon
“Las obras de la cárcel” tienen sin embargo formatos “aleatorios”, han sido elaboradas con pigmentos “de la prisión” (sangre en ocasiones) realizadas bajo coacción y censura, en complicidad con sus compañeras de celda. Todo lo que pasa por sus manos contribuye a sus creaciones. Y cuando los guardianes consiguen incautarle una obra la califican inmediatamente de “desecho”.
Zehra desarrolla su investigación gráfica, sus mezclas improbables, impresiones y formas en soportes insospechados. Formatos pequeños, medianos, contienen búsquedas gráficas y pictóricas, en las que se reconocen sus obras precedentes, pero inauguran un nuevo periodo en el arte de Zehra.
No se trata de una labor artística confeccionada como una práctica solitaria, la de la reclusa aislada de la comunidad carcelaria. Vive, se crea y se ejecuta, se protege en el seno de la comunidad de mujeres en la que Zehra aporta y recibe. Se trata de un acto de resistencia colectiva.
Como ya sabéis Zehra sigue escribiendo. Prepara relatos, crónicas de la vida y mantiene una correspondencia continuada, a pesar de los riesgos y las “sanciones disciplinarias” con las que le castigan en ocasiones, es decir privaciones de correo o de llamadas. Cada una de sus cartas es una invitación para que acompañemos a Zehra en su reflexión como mujer, feminista, artista y periodista de la cultura kurda. Describe también en ellas la intensa actividad intelectual de la comunidad de prisioneras.
Los dibujos acompañan, ilustran o relatan el cotidiano carcelario, en el que sobreviven en resistencia permanente, teñida de alegrías y penas.
He aquí algunas de las obras realizadas en prisión, que se podrán ver durante la exposición de Septiembre ‑Octubre, en Bretaña una vez más.
OBRAS INEDITAS DE LA CARCEL DE AMED
Photos ©Jef Rabillon
Podríamos dedicar páginas enteras a hablaros de Zehra. Esta mujer, joven artista, dueña de un estilo reconocible y afirmado, se halla al igual que otros muchos rehenes políticos de su país, enjaulada, privada de libertad y amenazada. Es consciente de que en la actualidad su nombre se cita a lo largo y ancho del mundo, como un símbolo de la opresión en Turquía.
Hace ahora dos años, estando ya en la cárcel de Mardin, se tomó la libertad de crear y publicar un periódico clandestino, “Özgür Gündem- Penal” junto con sus compañeras de celda; en aquel entonces su familia y amigos le respaldaron en soledad. Ahora su nombre y su rostro son tema de publicaciones, cartas e incluso obras de arte. Los pequeños riachuelos se han transformado en torrente.
Pero la solidaridad, que es ya transnacional, se encuentra todavía diseminada, una asociación aquí, un premio allá, alguna publicación, exposiciones organizadas a través de Kedistan… De todos modos el simple hecho de lograr cierta “reputación” en Google no bastará para que sea puesta en libertad.
Ha llegado el momento de que confluyan todas las iniciativas, que se unan y se refuercen mutuamente. Ahora que lleva ya un año presa la petición de su liberación debe escucharse en Turquía, incluso en plena campaña electoral.
Damos prioridad al objetivo de actuar juntos a escala internacional para promover la necesaria puesta en libertad de Zehra y la de todos los rehenes políticos de Turquía. Buscar una estrategia para lograrlo está en nuestra agenda.
Kedistan, que continuará velando para que las obras de Zehra sean expuestas y las muestras aborden el contexto turco actual, hace un llamamiento a todas las asociaciones, artistas y gentes de buena fe para que su gesto solidario confluya, tal y como sucedió en el caso de Aslı Erdoğan, que se encuentra ya en libertad.
Zehra Doğan es rehén, periodista y artista. No estamos pidiendo un favor, exigimos que acabe su cautiverio.
Podéis seguir el dossier especial consagrado a Zehra Doğan. (En francés, inglés, español, turco, kurdo) Podéis visitar su página web multilingüe zehradogan.net Facebook : @freezehradogan | Twitter @zehradoganjinha
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